Sería un completo desencanto si el Presidente Zelaya se saliera con la suya al convocar una asamblea constituyente que crearía una constitución apegada a los ideales de Castro y Chávez. Nuestro líder no ha dicho que la propuesta nueva constitución vaya seguir lineaciones de estos dos individuos, pero lo más probable es que así sea. El flirteo de Zelaya con el izquierdismo desfasado de Latinoamérica deja entrever, con poco lugar a dudas, que el espíritu de la constitución de “Mel” será cuasi-comunista, rasgando los derechos a la libre empresa e industria, la propiedad privada, la libre locomoción, la expresión de pensamientos, la administración de justicia basada en el debido proceso y otros que deben formar parte de la Honduras democrática y próspera que todos queremos.
Inicialmente, me pareció entristecedor y frustrante el apoyo que Porfirio “Pepe” Lobo Sosa, candidato presidencial del Partido Nacional de Honduras, le dio a la denominada “cuarta urna”, que legitimaría la asamblea constituyente. Después de tanto enojo y confusión, se me ocurrió que más bien este apoyo es bueno y fructífero para quienes amamos nuestra actual Constitución y que creemos que el Presidente Zelaya simplemente quiere alinear aun más a Honduras con los izquierdosos de América Latina, empobreciéndonos mucho más.
“Pepe” no es tan papo. Él sabe que al apoyar la constituyente, estaría quitándole fuerza campeadora e imagen populista a nuestro queridísimo presidente. Al hacer esto, muchos más líderes políticos presentarían sus propuestas para convocar una constituyente, rebajando de categoría publicitaria al presidente y sus delincuentes secuaces. Aunque no hayan muchas propuestas ganadoras, los planes de “Mel” de ser el abanderado de la “democracia”, la consulta popular y la reforma constitucional, se vendrían abajo; con las obvias discrepancias que pudiese tener con la propuesta constituyente de “Pepe”, basta para frustrar los planes de “Mel”. En otras palabras, es posible que la temida “cuarta urna” se autodestruya. Ya veremos…
Hipotéticamente hablando, si se concretase la convocatoria a una asamblea constituyente, veremos que seremos más los que apoyaremos una constitución pro capital, libre empresa, paz social y respeto a las leyes --que es lo que el Partido Nacional apoyaría, en todo caso--, que aquellos ignorantes que prefieren una república socialista, con una justicia social inalcanzable y con desorden legal conveniente. Es más atractiva una república hondureña en la cual cada ciudadano y ciudadana es responsable de la fuente de ingreso para su hogar, de sus actividades ante la sociedad y de lo que hace con su vida, que una república en que el Estado limita las fuentes de ingreso, es complaciente con los que violan la ley y arbitrariamente sanciona a quien le convenga.
No es tan mala la idea de “Pepe” de apoyar al Presidente Zelaya en su denominada “cuarta urna”. Dice Lobo Sosa que está de acuerdo con ella, con tal que no se proponga el continuismo presidencial de Zelaya. De acuerdo, pero, sea como sea, esta aparente alianza es muy estratégica. Pero primero regulemos el plebiscito y el referéndum.
Les recomiendo a los políticos, empresarios y ciudadanos en general que se relajen y tranquilamente observen como esta novela de nuestra democracia será concluida para bien de todos. O bien, no pasa nada con la absurda “cuarta urna” o creamos una constitución igual o mejor que la actual, basada en pragmatismo y no idealismo. Ya veremos…
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